Arthur Conan IV
1890 - Nace en Quebrada Honda, Perú. Hijo de Arthur Conan III y Louise Doyle.
Su familia forma parte de una saga de exploradores y aventureros, tanto de los más remotos confines del mundo como de diversos misterios, ya desde su abuelo, Arthur Conan Jr., miembro Fundador del Club Diógenes (Boston).
Su padre siguió el oficio familiar de explorar y viajaba mucho, su madre también odiaba la vida sedentaria y le llevaban a él a todas partes. Igual estaban 3 años en China, como 6 meses en Cuzco, o tres semanas en El Cairo. Iban a donde les contrataban, pues era conocido que ir con un Conan guiando es sinónimo de sobrevivir al viaje.
Durante los primeros años mientras su padre guiaba expediciones, él se quedaba con su madre cerca, y esta le proporcionaba una educación básica. Su abuelo Arthur Conan Jr., también les visitaba a menudo, siempre que su ya frágil salud mental se lo permitía. Mientras los demás niños escuchaban cuentos de Humty Dumpty, el joven Arthur escuchaba historias de terror de su abuelo, como sobre la corte de Azathoth y la isla de Ryleh, así como sus innumerables aventuras.
Ya en la adolescencia el joven Arthur Conan IV empezó a colaborar con su padre, descubriendo que este modo de vida lo llevaba en la sangre. De esta manera ,el joven Arthur Conan IV no obtuvo una educación académica convencional, sino que aprendió de sus padres y de las experiencias que viviría con ellos. La muerte de su abuelo le marcó profundamente en esa edad, con el paso del tiempo se había ido cerrando en él mismo y sus historias de terror, hasta estar dos años sin hablar, y morir de un día para otro. El entierro se celebró en una tarde lluviosa de noviembre, y en el aparecieron un sinfín de gente extraña. Entre las posesiones de su abuelo se encontró un sobre con un pequeño catalejo estropeado y una nota dejándoselo a su nieto con la condición que no lo arreglara.
A los 22 años, ya trabajaba por su cuenta, guiando sus propias expediciones y por todo el mundo. Pasaba meses perdido en el amazonas, las arenas del Sahara, el Himalaya o los Andes. Era una evidencia que la saga de los Conan seguiría una generación más.
En 1917, con 27 años al entrar los EEUU en la primera guerra mundial se alistó en calidad de piloto en el 103º escuadrón aéreo de los EEUU, llegando a ser un as de la aviación con 9 derribos , pese a demostrar algo de habilidad pilotando, destacó más por su capacidad táctica y liderazgo. Dejó el ejercito al acabar la guerra.
En 1922 fue contratado con su padre para emprender una expedición en Venezuela, sufragada por un millonario norteamericano llamado Winterfield, con la intención de subir a varios de los misteriosos Tepuys, buscando una esmeralda en concreto. Tras subir a varios sin éxito en la búsqueda, en uno algo apartado y especialmente complicado de acceder, tras llegar a la cima fueron atacados por unos animales alados de forma extraña. Toda la acción fue rápida, pero evidentemente no se trataban de animales de la zona. Su padre cayó al vacio, así como Winterfield, Conan IV se salvó al agarrarse en el último momento a una liana y caer en un hueco del tepuy y quedar inconsciente varias horas. Al despertar horrorizado bajó a buscar a su padre, y lo encontró agonizando. Como él se agarró a algunas lianas y no murió al caer, pero el golpe fue lo suficientemente importante para provocarle una muerte más lenta. Le susurró que le amaba y le dio una tarjeta de un tal Club Diógenes de Boston, así como una palabra: Byakhee. No sabía exactamente que había pasado, pero una cosa le quedo clara: un bicho que recibe 12 disparos de su rifle Springfield y no muere, no puede ser de este mundo…
Al regresar a Boston Arthur fue al Club Diógenes con la intención de averiguar sobre esas criaturas y la extraña palabra dicha por su padre. Cuando dijo su nombre le hicieron miembro inmediatamente y le explicaron que su abuelo habia sido miembro fundador del Club y un muy respetado miembro. La sorpresa del joven Arthur era mayúscula, él no sabia nada de eso. Se disponía a tratar de averiguar qué clase de Club era justo cuando recibió un encargo para llevar una expedición a Australia de parte de Anthony Cowles, antiguo amigo de su padre y no podía decir no. Así que junto al Dr Charles Morgue, Alan Grames, Sam Odessa, John Dashwod y Scott Mcgregor tomaron rumbo a Cucudgerie, Australia